domingo, 1 de febrero de 2015

Reencarnación

Las primeras referencias a la idea de la reencarnación se pierden en la noche de los tiempos de la historia. Tenemos noticias de ella hace dos mil quinientos años, en las Upanichades [escrituras sagradas del hinduismo], hasta hoy la mayor religión de la India. En este mismo periodo, Pitagoras (1), filósofo y matemático , griego, nacido alrededor del año 580 a.C., que fue discípulo de Ferecides de Siros - decía que el alma era inmortal y, después de la muerte del cuerpo, ella ocupaba otro cuerpo –palingenesia a veces, de un animal - metempsicosis [tesis equivocada del matemático de Samos]. Por las fuentes históricas, es la primera vez que la teoría de la reencarnación fue mencionada en el Occidente. Posteriormente, Platón (429-347 a.C.), también filósofo griego, discípulo de Sócrates , enseñaba que el alma nace muchas veces, incluso durante 10 mil años, y, después, parte para la bienaventuranza celestial.

En los primeros siglos, muchos grupos cristianos, mayoritarios, defendieron la palingenesia especialmente los gnósticos (2), con su visión profundamente inteligente del cuerpo y de la materia en general. El extraordinario cristiano Origenes (3), de Alejandría, defendió la reencarnación. A partir de sus reflexiones, surgió un grupo sabio de monjes que pasaron a profesar también la doctrina de las preexistencias. Para los “dueños” del poder clerical el llamado “origenismo” se hacía nefasto y alteraba la paz de Palestina, a causa de eso el patriarca de la iglesia de Jerusalén, en el siglo VI, solicitó al emperador bizantino Justiniano que interviniera...

El emperador escribió un tratado contra Origenes y llevó al “dueño” de la iglesia de Constantinopla a convocar un sínodo (4) en el 543, que condenó las tesis relativas a la preexistencia del alma y otras posiciones origenistas. Diez años después, en el 553 , con el permiso ambiguo del papa Virgílio(5) , el Emperador Justiniano convocó el II Concilio de Constantinopla en el cual con astutas tretas retiró definitivamente la llamada “controversia origenista”, mediante elección ilegal que venció por 3 a 2 votos. Y la reencarnación fue definitivamente proscrita de los preceptos de derecho eclesiástico.(6) ¡Lógico! la Iglesia estaba defendiendo en ese acto extravagante la doctrina del cielo y del infierno y las penas eternas porque centraba más poder en sus manos. Y de esa forma la reencarnación fue proscrita en un de los más graves equívocos cometidos por el Cristianismo.

Antes de eso, en el siglo III el notable Clemente de Alejandría observó en su obra Stromata (Misceláneas): “La hipótesis de Basílides, un maestro gnostico, dice que el alma, habiendo pecado anteriormente en otra vida, experimenta punición en esta vida”.

En esa misma época Tertuliano, el primer autor cristiano que escribió en latín, negando la metempsicosis, se expresa muchas veces sobre el asunto, como en este pasaje: “cuanto más digno de aceptación es nuestra enseñanza de que las almas irán a retornar a los mismos cuerpos. Y cuanto más ridículo es la enseñanza heredada (pagana) de que el espíritu humano debe reaparecer en un perro, caballo o pavo real!” (Ad Nationes, Cap. 19). Se queda evidente que al igual que los espiritistas, los sabios de la iglesia tampoco aceptaban la metempsicosis.

La tesis de la metempsicosis rondaba la mente de algunos teólogos, cuestión que sólo fue rigurosamente esclarecida con al llegada del Espiritismo. Veamos, el historiador y apologista Lactancio, en el siglo IV expresa el pensamiento de sus contemporáneos cristianos: “Los pitagoricos y estoicos afirmaban que el alma no nace con el cuerpo. Antes, ellos dicen que ella fue introducida en el mismo y que migra de un cuerpo para otro.” En otro punto de su obra Las Institutas Divinas, él afirma:”Pitagoras” insiste que las almas migran de cuerpos desgastados por la vejez y por la muerte. Él dice que ellas son admitidas en cuerpos nuevos y recién-nacidos. Él también dice que las mismas almas son reproducidas ora en un hombre, ora en una oveja, ora en un animal salvaje, ora en un pájaro... Esa opinión de un hombre insensato es ridícula.”

Otro testimonio importante viene del mayor teólogo de la iglesia antigua del siglo V, Agustín. Él estaba familiarizado con las teorías de la reencarnación tanto maniqueístas cuanto platonicas de su tiempo. En un comentario sobre el Génesis, él rechazó como contraria a la fe cristiana la idea de que las almas humanas retornaban en cuerpos de diferentes animales, de acuerdo con su conducta moral (transmigración). En La Ciudad de Dios (Libro X, Cap. 30), el obispo de Hipona observa que, aunque el filósofo neoplatónico Porfirio haya rechazado ese concepto enseñado por Platón Y Plotino, y no duda en corregir a sus maestros en ese punto, él creía que las almas humanas volvían en otros cuerpos humanos. Sobre esa cuestión (metempsicosis) el Espiritismo corrige el equívoco de Pitágoras.

Actualmente para algunos cristianos la prueba “de la unidad de la vida humana está contenida en el capitulo 9 versículo 27 de la carta de Pablo a los Hebreos: “a los hombres está ordenado que mueran una sólo vez, viniendo, después de esto, el juicio”. ¿Será que Jesús atribuyó para la vida actual un valor decisivo para toda existencia posterior a la muerte? En el debate, los convencidos de la unidad proclaman la resurrección , pero sobre ese fenómeno sobrenatural es imperioso reflejar los casos de la hija de Jairo (Mateo.9:18-26), del hijo de la viuda de Naim (Lucas.7:11-17), y del propio Lázaro (Jo.11:1-44), si ambos “resucitaron” como creen tales cristianos, como quedaría la evocación de la carta a los Hebreos arriba para negar la reencarnación? recordemos que ambos “resucitados” no habrían muerto una sólo vez. En realidad ni siquiera estaban muertos, sólo acometidos de catalepsia.(7)

Jesús afirmó que la verdad liberaría el hombre, si la verdad (reencarnación) está siendo negada a los cristianos actualmente, se queda evidente que los mismos no se encuentran libres, o lo que es peor están esposados a los férreos dogmas humanos, diseminados por los adversarios pertinaces del principio natural de la reencarnación, creadores de una fe elevada en los pináculos de la ficción, del mito y de los celestes devaneos de la imaginación teológica. En la máxima “nacer, morir, renacer y progresar incesantemente tal es la Ley” encontramos el más legítimo proceso universal de aplicación de los códigos de justicia en las Leyes del Creador.


Jorge Hessen/Brasil

(Texto extraído de la página de la Federación Espírita Española)




(1)Pitagoras de Samos (siglo. VI a.C.), filósofo y matemático griego. Sus seguidores, los pitagoricos, que, de los siglos VI al IV a.C., organizados en comunidades filosófico-religiosas multiplicadas por la Magna Grecia, constituyeron la llamada escuela itálica o escuela pitagorica. Se define el pitagorismo por dos tendencias: la místico-moralista, conectada al orfismo y al xamanismo, y la filosófico-matemática, de que resultó brillante acervo de conocimientos aritméticos, geométricos, astronómicos y acústicos, integrados por el descubrimiento de correspondencias numéricas entre las diversas órdenes de realidad

(2) Se dice de, o adepto del gnosticismo, movimiento filosófico-religioso surgido los primeros siglos de nuestra era y diversificado en numerosas sectas, y que visaba conciliar todas las religiones y explicarles el sentido más profundo por medio de la gnosis (conocimiento esotérico y perfecto de la divinidad, y que se transmite por tradición y mediante ritos de iniciación).

(3)Murió en 254 D.C, en la ciudad de Tiro, en virtud de la persecución de Decio, más conocido por el nombre de Trajano, el cual era un incansable opositor del Cristianismo.

(4) Órgano colegiado y permanente del gobierno eclesiástico de las Iglesias del Oriente

(5)Virgilio (537 - 555) Nació en Roma de familia noble.Fue elegido gracias a la simonia, a la calumnia y a la complicidad de la emperatriz Teodora. De carácter débil, fue víctima de chantajes por parte de la emperatriz y del emperador Justiniano. Murió en Siracusa, cuando volvía Roma después de una larga visita al Oriente

(6) Hay quien afirme que fue por influencia de Teodora, esposa de Justiniano, que le gustaba ser divinizada, sin embargo por haber sido ex-cortesana mandó matar a las antiguas compañeras (500 mujeres) porque se mostraban orgullosas por su antigua “AMIGA” que se había hecho emperatriz. Los fregueses de las meretrizes muertas lanzaron a Teodora un anatema: sus próximas 500 reencarnaciones terminaría siempre de forma trágica. ( se non es vero, es bene trovato ).

(7)Estado en que se observa una rigidez cerea de los músculos, de modo que el paciente permanece en la posición en que es colocado. [Se observa la catalepsia principalmente en casos de demencia precoz y de sueño hipnótico.]Pitagoras de Samos (siglo VI a.C.), filósofo y matemático griego. Sus seguidores, los pitagoricos, que, de los siglos. VI al IV a.C., organizados en comunidades filosófico-religiosas multiplicadas por la Magna Grecia, constituyeron la llamada escuela itálica o escuela pitagora. Se define el pitagorismo por dos tendencias: la místico-moralista, conectada al orfismo y al xamanismo, y la filosófico-matemática, de la que resultó brillante acervo de conocimientos aritméticos, geométricos, astronómicos y acústicos, integrados por el descubrimiento de correspondencias numéricas entre las variados órdenes de la realidad 

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